miércoles, 18 de junio de 2014

Un reto.

Aquí me tienes, haciendo lo que prometí que no volvería a hacer.
Quienquiera que me vea pensaría que soy un espectro o una loca recién escapada del manicomio. Caminando sola por las calles, con rumbo, pero si me ves creerías que voy vagando a un no se sabe donde.

Pero no pasa nada porque tu vas a estar ahí, ¿verdad? Siempre lo estas, siempre apareces cuando ya no puedo mas, cuando estoy afónica de tanto gritar, cuando estoy  apunto de abandonar...aparecer ahí.
Y empieza el reto de nuevo, porque eso es lo que eres...básicamente un reto. Y a mi me encantan los retos.
No me encantan tanto las consecuencias, pero creo que sí deberían importarme mas cuando se trata de ti, o de todo en general, porque siempre duele después, y pesa. Pero contigo siempre hay consecuencias.

Un día estoy en la cima del mundo, y al otro atrapada en los confines de la tierra. Un día grito a los cuatro vientos que te quiero (o mas bien solo a mi almohada) y al ida siguiente grito a tu ventana lo mucho que te odio.
Y es que  en el fondo, te odio, pero del amor al odio solo hay un paso, y siempre es un buen día para caminar. En definitiva, eres ese dieta que iba a empezar mañana, ese ultimo trozo de pastel que mis labios no volverían a probar, ese vicio que nunca acaba, eres un algo que no se que me hace pero que  no lo puedo parar. 
Por mas que me prometa a mi misma dejare ir, dejar que sigas con tu vida, y tus amores, no sera así.

Pero es que no se puede ser fuerte con la persona que es tu debilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario