miércoles, 9 de julio de 2014

Mi ancla.

Tal vez sea así, de una manera calmada y tierna. Tal vez no se trate de importancia o de amor, tal vez solo sea así como deba ser.

¿Sera que cuando morimos averiguamos el sentido de las cosas? o ¿es cuando por fin logramos entenderlo que morimos?
Siempre me lo he preguntado.

¿Opresión o libertad?
Para mi las anclas demuestran las dos, y me liberan, pero también me atan. No es en las cosas obvias, si no en las pequeñas y que no quieren ser notadas, que esta el verdadero sentido de las cosas.

Podría decir que la lectura es mi ancla, y que a la vez me libera y me ata.
Porque todo en esta vida me ata, pero me libera a la vez, y entonces ¿el amor que hace?

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